martes, 22 de marzo de 2016

A PEÑA DE BERNAL???




Hace unas semanas tuve la oportunidad de visitar un sitio increíble que me habían recomendado: La Peña de Bernal.

Definitivamente es un lugar con mucho ángel. Con una buena cápsula de Wikipedia me enteré que la peña es la lava que quedó de un volcán que se enfrió hace un rato y dejó la tercera “piedra” más grande del mundo… Sólo por esa razón ya puede ser digna de visitar, pero en esta publicación les daré otros dos buenos motivos para darse una vuelta.


La primera es la gran variedad de hoteles disponibles, que van desde los más económicos de $300-$400 por habitación hasta Hoteles Butique de $1,500-$2,000 o más la noche. De éstos últimos había uno que estaba totalmente ambientado en los 30 o 40 con habitaciones de $1,700 la noche… Literalmente te metes en la recámara de la abuela, con lo bueno y lo malo que eso implica, porque la arquitectura logra transmitir los olores y los colores pero también las imágenes y los recuerdos. Sería muy interesante repetir el concepto en otros Estados de la República. También había un Hostal Medieval de unos $1,100 la noche!!! Y con todo lo increíble que eso pueda sonar, la verdad es que me desilusionó no porque no pareciera una aldea medieval, sino porque no había carne de dragón, pajes atendiéndote o justas en el patio… Es decir creo que el concepto es genial y con un pequeño empujón de creatividad podría ser la bomba en vacaciones. El lugar en donde me quedé, a unos pasos de la plaza, fue el que contaba con la mejor relación precio-calidad con $700 por noche, fue el primer hotel del lugar y se llama “El Mesón de San José”. Es algo más convencional ricamente ambientado como una hacienda vieja de principios del siglo XX en lo que podría ubicarse como un "Estilo mexicano". El hotel logra una maravillosa mezcla entre ese estilo tradicional, renovación moderna detallada y un nada excesivo presupuesto. Y todo con amplias alturas, escrupulosa limpieza, pintura Comex (MR) deslavada puesta al día, cuarterones barnizados, cristal a hueso en las ventanas y una espectacular vista a la peña. El sueño de cualquier persona que le guste la onda tradicional mexicana.


Y no puedo dejar de escribir sobre la oferta gastronómica. En un radio relativamente pequeño se puede encontrar desde la clásica garnacha con el nopal en penca hasta suculentos cortes al carbón con cerveza artesanal. En específico les recomiendo una pizzería en la esquina de la plaza, a espaldas de la iglesia que, además de contar con una ambientación superior a cualquier restaurante de Coyoacán, tiene un gran menú de pastas y deliciosas empanadas en horno de piedra. Una gloria!!! Y por si fuera poco, por toda la zona se pueden encontrar quesos y vinos de todas las calidades junto con gran variedad de artesanías de la región.

Todo esto me lleva al segundo y último punto. Es muy visible la manera en la que el consumo interno está creciendo en esas comunidades. Por todos lados se pueden apreciar locales comerciales y zonas residenciales nuevas o en proceso de apertura. Los hoteles butique y los restaurantes de calidad están ahí porque hay gente que consume, es decir, hay un mercado que los sostiene. Y ya que aparentemente sobrevivimos a la caída del dólar y a la lenta agonía de Pemex, a ojo de buen arquitecto sin duda, localizando una buena ubicación, es un excelente lugar para invertir en comprar una propiedad ya sea para rentar o para residir.

Pero vayan y dense una vuelta!!!

Me despido... Recuerden que la arquitectura no sólo es un arte...

Saludos y buen camino.

 

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