Hay una pregunta trascendental en la vida de todo arquitecto y no se refiere a cuestiones artísticas o ecológicas. Yo diría que más bien es existencial. ¿Cómo cobro un proyecto? Y aunque esto suena ridículo la realidad es que muchos arquitectos no tenemos ni idea de por dónde entrarle al tema. A lo mucho llegamos a recurrir a los aranceles del Colegio de Arquitectos, previo pago de afiliación para que alguien nos los interprete.
No hablaré mal de tan sagradas reliquias pero como decía un gran sabio: Hay muchas maneras de matar hormigas... Y en esta oportunidad les voy a platicar la que se me hace más simple y lógica.
Antes que nada hay que determinar los costos directos e indirectos que se tendrán en la oficina, despacho o similar... En este caso vamos a suponer que el despacho se dedicará a proyectos de casa habitación, es de reciente creación y sólo está integrado por un arquitecto con unos 10 años de experiencia previa en una empresa y que comenzará a operar con la ayuda de un becario.
A continuación se deberá estimar el volumen de proyectos o servicios (puede ser a demás de elaborar planos, generación de renders, gestión de trámites o consultorías en general) que se espera realizar a lo largo del año para poder determinar el porcentaje de indirectos. Obsérvese que el total de indirectos mensuales se transporta a la siguiente tabla y se prorratea (divide) entre el numero de proyectos estimados al mes.
Para este ejemplo supondremos que cada proyecto o servicio en promedio nos lleva 12 jornales de 8 horas o 96 horas. Esto es igual a decir que tenemos 96 horas para entregar un proyecto de una casa incluyendo, cortes, fachadas y detalles. Y que habrá meses en los que se puede contemplar que haya dos proyectos ejecutándose simultáneamente.
Por último integramos el precio unitario por jornal (día) de trabajo.
El salario del arquitecto lo dividimos entre 24 que son los días que regularmente trabajaría una persona normal al mes. (¡Ojo! según ley federal del trabajo para el cálculo de salario real o FSR esta división debió hacerse entre 30). Esta cantidad la usamos para dividir el promedio de indirectos por jornal de la tabla anterior para obtener el porcentaje de indirectos. Aquí es donde muchos se atoran porque cobran el 25% de indirectos como receta de cocina y no cubre los gastos reales por indirectos que para el ejemplo rondarían el 82%. A todo eso ahora si le pueden sumar la utilidad que cada quien le quiera poner a su trabajo que en este caso es del 30%. Todo esto se suma y se obtiene el importe a cobrar por jornal de trabajo.
A ojo de buen arquitecto aquí viene el pase mágico para cobrar lo que se debe o regalar tu trabajo... En este ejemplo se obtuvo que por jornal, o sea, por día, se debería cobrar $2,800. Y si alguien pregunta... Arqui: ¿Cuánto me cobra por hacerme el planito de mi casa? Ágilmente uno puede calcular cuántos días llevaría reunirse con el cliente, hacer los planos y coordinar ingenierías y multiplicarlo por $2,800. Si fuera una casa pequeña 10 días de trabajo neto representarían $28,000 y deberían dejar tiempo para coordinar otro proyecto teniendo al rededor de 20 días para entregar. Noten que muchos solo cobramos $1000 o $1,200 por día pero eso sólo cubre el salario, no los indirectos ni las utilidades que son las que nos permiten hacer rentable nuestro negocio.
Bueno ya hasta aquí le paro porque sí no ya no me van a contratar para que los asesore personalizando estos cálculos y además los voy a aburrir. Me despido no sin antes ponerme a sus ordenes para cualquier duda o aclaración y también recordarles que la arquitectura no sólo es un arte...
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